Gran elección del lugar. Cuesta un poco encontrarlo, aunque está pegado al comienzo de la Ruta da Sabrina, pero le hace falta alguna indicación más. Estuvimos en un apartamento con jacuzzi. Cocina integrada dentro de un armario, con cafetera, tostadora y nevera con refrescos (no lo usamos, pero lo hay). Baño grande con 2 lavabos, muchos y variados amenities. Ducha para dos con una columna con chorros, cascada y mucha presión de agua (Excelente). Salón comedor con sofá cama, terraza equipada con mesa y sillas y el jacuzzi extra size para dos, para gozarlo mirando a las estrellas cuando se hace de noche. Habitación grande y decorada para la ocasión de nuestro aniversario. Todo esto de 10+ Cenamos las dos noches en el restaurante. Tiene una carta pequeña pero suficiente, aunque alguno de los platos merecería un poco más de cariño. Los dos días pedí una torrija, que estaba muy rica, pero fría las dos veces, y es un postre que se debe servir templado como poco. Y noe quiero olvidar del desayuno (en la habitación) muy completo y un puntazo!. Por lo demás todos de 10. Limpieza de 10. Recepción de 10. Entorno de 12. Para repetir y recomendar.…
He ido con mi pareja y estamos encantados con este bonito descubrimiento, una antigual rectoral convertida en hotel. El entorno es precioso, rodeado de naturaleza, incluso hicimos un trocito de la ruta del río Xabriña que pasa por allí. La habitación era genial, muy espaciosa, decoración con buen gusto, la cama muy cómoda y el baño con una ducha grande y muchos detalles. Reservamos para cenar allí y todo fue de nuestro agrado. El personal fue muy amable y atento en todo momento. Le doy un 10 porque tanto el entorno, como las instalaciones y el personal han sido perfectos. Volveremos pronto.
Pasamos fin de año en La Rectoral y disfrutamos muchísimo. Todos los trabajadores fueron muy amables, atentos y nos hicieron sentir como en casa. Además el lugar es precioso y tranquilo, pegado a la ruta del río Xabriña. Sin duda merece la pena alojarse allí. Esperamos repetir el año que viene :) Fabiola
Hotel recién abierto hace unos meses. Un descubrimiento. Todo al más mínimo detalle con un gusto exquisito. Habitaciones muy grandes y completas, los jardines espectaculares con gran variedad de plantas y flores y cuidados al máximo, ha sido una relajación absoluta despertarse con estas vistas y oyendo a los.gallos del vecino. Te llevan a la habitación el desayuno incluido a la hora elegida, con variedad y cantidad. Un pueblo con pocas casas, pero un aldeano tiene un local con cosas básicas de comida y bebida. Desde el hotel hemos visitado las.rias baixas en distintas excursiones. El personal del hotel siempre pendientes y dispuestos, un placer alojarnos con ellos.
He ido el fin de semana del 12 y 13 de Junio con mis dos hijos.Nos alojamos en un apartamento y desayunamos y cenamos en la misma Rectoral.El alojamiento es de 10 y la atención es muy buena. La estancia cena y desayuno muy recomendable.Apartamento acogedor y los niños disfrutaron del jacuzzi que hay en la terraza.Totalmente recomendable
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